La música de Robert Navarro está hecha de paisajes sonoros por los que la poesía nos lleva de la mano. Entrelazándose ambas, música y poesía, podemos emprender un vuelo hacia lugares por los que transitar con los ojos cerrados, participando de la alquimia que une al que escucha con lo que escucha, posibilitando un viaje íntimo por los mundos que los poetas proponen. Sus composiciones respiran lenta y profundamente, se despliegan en frases y secuencias siempre cambiantes que van creciendo, sonido a sonido… como los afluentes que nutren a un gran río que va acumulando sentido, entre el rumor y la sorpresa, entre el color de las palabras y la resolución de las armonías, siempre delicadas, posadas con cuidado en ritmos que huelen a lugares diversos y lejanos. Su música habla del misterio. Es antigua y futurista. Es sencilla y compleja a la vez. Es personal y universal. Se mira al espejo. Es medida y pasión. Se expande. Invade el espacio y lo genera a su gusto. Se toma su tiempo. Nace del corazón mismo del compositor y de toda su experiencia acumulada, humus del que brotan los temas cual criaturas rebeldes. Su música nace de la necesidad, de la necesidad de crear y compartir.
21:00h: Entrada libre