Con este concierto terminamos el ciclo que hemos denominado «Febrero, guitarra y sombrero«, utilizando el sistema pay after show (cada cual, al final del concierto, hace la aportación que cree oportuna para el músico) que ha tenido muy buena acogida.
Alberto Saura no es sólo un cantautor, es un intérprete que destila talento y fuerza sobre los escenarios. Un músico que entiende el espectáculo y lo vive a través de su público. Contagioso, incisivo y pasional, un joven que no repara en estilos y que junto a varios artistas coetáneos y sin embargo amigos determina el nuevo rumbo de la canción de autor.