Ana Martín Zurdo – Sin título (de la serie Las curvas del tiempo)
Una mano y un pájaro… todo un universo de sensaciones. Los cuidados… ¡cuánto los necesitamos! Cómo de frágiles nos sentimos cuando nos miramos en un espejo y éste, a regañadientes, devuelve nuestro reflejo: otra imagen (con truco). Somos frágiles, lo sabemos desde siempre; extremadamente vulnerables, y estos tiempos últimos nos lo recuerdan como una letanía que no parece tener fin. La pandemia ha puesto en pausa el mundo que conocíamos y nos ha dejado sobre la mesa un folio en blanco cargado de incertidumbres.
Es hora de construir nuevas realidades -mejores realidades-, responder a todo una batería de retos que la crisis del coronavirus nos ha planteado. Y para ello necesitaremos también protección y cobijo, como el que esta mano ofrece a este petirrojo. Quizás somos una especie tan rara que, como ha señalado recientemente el filósofo esloveno Slavoj Žižek, necesitemos nuevas crisis que nos hagan más solidarios, ya que sólo unidos nos salvaremos.
Los ojos de este petirrojo europeo (Erithacus rubecula), vivísimos, son una mezcla de miedo y vigilancia, como los nuestros, y sirven de espejo para reflejar a la autora, que nos cuenta el origen de la imagen: “Ahí estoy, en el reflejo de su ojo. Imagino que esté aterrado, aunque en un petirrojo no pueda verse el gesto del miedo. A veces entran a casa y se golpean insistentemente contra los cristales queriendo salir. Un poco como nosotros desde hace casi un año”.
Durante los próximos años deberemos estar muy atentos a los riesgos que las pandemias plantearán a escala mundial. En su carta para 2021, Bill Gates ha comentado: “No sabemos cuándo llegará el próximo, o si será una gripe, un coronavirus o alguna enfermedad nueva que nunca antes habíamos visto. Pero lo que sí sabemos es que no podemos permitirnos que nos pille desprevenidos otra vez”. Sí, estos que vivimos son tiempos difíciles; por eso, agradecemos una mano amiga, bellas palabras y un cobijo bajo la tormenta.
“La naturaleza se recuperará, eso no me preocupa, la cuestión es si habrá lugar en ella para nosotros”, comentaba hace unos días Žižek. Hoy, más que nunca, nos tenemos que replantear muy seriamente nuestra relación con la naturaleza y el medio ambiente. Quizás ahí se encuentre una de las claves para poner en orden todo este desaguisado. De esto y de otras muchas cosas habla esta bella imagen.
Raúl Lucio
Ana Martín Zurdo (Bizkaia, 1972) utiliza la fotografía para tratar de entender el mundo y también para entenderse a ella misma. Le gusta su parte lúdica y, también, la búsqueda de la belleza. En su proceso creativo plantea preguntas, inventa mundos e intenta desencadenar sentimientos. Piensa también que, ahora que todos somos fotógrafos, sería estupendo que fuésemos conscientes de la responsabilidad que conlleva “lanzar” fotos al mundo.