La misma tecnología que nos sirve para entender, disfrutar y valorar el mundo en su justa medida, nos puede servir para destruirlo, incluso hasta hacerlo desaparecer.
El rico proceso y las relaciones que se establecen para llegar a la imagen que César Poyatos presenta en agosto en la Caverna de la Luz tiene mucho que ver con la aparición, la desaparición y nuestro movimiento o enfoque. Aparición, movimiento y desaparición fueron las palabras que el fotógrafo daba como claves para imaginar el misterioso artefacto que colgará este mes en la Caverna. Hay máquina y hay fantasma, y hay también un alegato claro contra el trato que damos a los animales y el uso que hacemos de ellos como especie dominadora, olvidando que todos poblamos la Tierra con igual entidad.
La imagen, que se puede ver y no ver (gracias a su tecnología implícita), se corresponde con un fotograma de la película El caballo de Turín de Ágnes Hranitzky y Bela Tarr (Hungría, 2011). Es la imagen de un caballo sufriendo el yugo del carro en condiciones extremas. Al inicio de la película, en un negro total, se narra la conocida historia –no sabemos hasta qué punto apócrifa o no- de Nietzsche al final de su vida en Turin, cuando al caminar por la calle ve a un cochero azotar con violencia a su caballo. Profundamente conmocionado el filósofo se lanza a abrazar el cuello del animal y queda en un estado de shock del que no saldrá hasta su muerte. Milan Kundera recoge esta historia en su libro La insoportable levedad del ser, citando a Descartes y su pretendido concepto del animal como máquina sin alma. De alguna forma le culpa de que por tal motivo nos atrevamos a tratar así al animal no humano, por suponer que este carece de sentimientos. Kundera imagina que Nietzsche pide al caballo perdón, por Descartes y por la humanidad entera. Esta licencia literaria no calcula lógicamente la complejidad de la filosofía, el cambio de conceptos como alma según el contexto y el momento en que se conciben, en este caso el siglo XVII, en plena guerra de religiones. Pero sí sirve de metáfora sobre cómo las ideas generan comportamientos y cómo estas se van transformando a lo largo de nuestra civilización.
Para desvelar el misterio, Machina animata se trata de una imagen lenticular, impresa de forma que según desde donde se mire (nuestra perspectiva, nuestro movimiento o actuación), vemos el caballo o no lo vemos, aparece y desaparece. Más gráfico imposible.
En su ensayo La carne de las máquinas, el filósofo José Luis Pardo advertía que la operación de considerar al animal o al humano como una máquina, posee un reverso perverso, el de que las máquinas llegarían a convertirse en hombres y animales. “…no es que se negase a los animales la sensibilidad, sino que en cierto modo se dotaba a las máquinas de carne”.
-La obra
Título: Machina animata
Año: 2018.
Medidas: 17,7 x 30 cm.
Técnica: Impresión lenticular a partir de fotograma de la película El caballo de Turin de Ágnes Hranitzky y Bela Tarr.
Precio: 500 euros
foto © Raúl Lucio
-El artista
César Poyatos (Madrid, 1966) reside y trabaja en Santander desde 1999. De formación ajena a la fotografía, inicia su andadura en el campo de la imagen realizando cursos y talleres con distintos artistas y profesionales de la fotografía o los medios audiovisuales (Pablo Hojas, Oscar Molina, Enric Mira, Candida Höfer, Cristina García Rodero, Gonzalo Puch, Jorge Represa, Concha Jerez + José Iges, Dayna Smith + Juana Arias-Lutzky, Eduardo Momeñe, Joan Fontcuberta, Juan Carlos Fernández Izquierdo o Paulino Viota) y profundizando en técnicas de laboratorio en la Escuela EFTI de Madrid. Su trabajo es elegante y riguroso, con un blanco y negro característico que alude a los quehaceres analógicos, quizás con cierta nostalgia de mundos que se pierden. Ha participado en numerosas colectivas y proyectos puntuales, aunque su estilo integral está bellamente desarrollado en sus series –que se prolongan en el tiempo-, siempre comprometidas con el medio natural y la problemática de su conservación. Adquieren formato instalativo y se conceptualizan en las prácticas del archivo y la investigación. De las más notables y exhaustivas son Niki y Nadia, que pudo verse en el Torco de Suances en 2012 y la última, Systema Naturae, disfrutable en toda su extensión en su sitio web.