Enrique Ruiz: piano y synths
Luis Torregrosa: batería
Rafael Ramos Sanía: contrabajo
El trío valenciano Naima, una de las apuestas más fuertes del jazz actual. Tras Uno (2006), Buscas (2010), A Trio Conspiracy (2012) llega Bye (2016), lanzado por el sello norteamericano Cuneiform Records.
Un trabajo que profundiza aún más en lo que más caracteriza a esta banda: el uso de la electrónica en el jazz. Enrique Ruiz en el piano y en los sintetizadores, Luis Torregrosa en la batería y Rafael Ramos Sanía en el contrabajo presentan una concepción alejada del swing atonal para adoptar un jazz que consigue solidez y unidad como grupo. Este paso hacia delante, sumado a la gran distribución que les ofrece trabajar con la discográfica americana -que lanzó su disco a nivel mundial a través de plataformas digitales pero también en formato CD y LP- les auguran un futuro muy prometedor.
Si la creación de un sonido de grupo inequívoco es el objetivo último de un conjunto de jazz, el trío español Naima está en el camino de asegurar un lugar como uno de los principales grupos de la escena europea contemporánea. Presentando a Enrique Ruiz en el piano y synths, Luis Torregrosa en batería y Rafael Ramos Sanía en el contrabajo, el grupo electro-acústico situado en Valencia ha afilado un sonido dramático, enigmáticamente romántico, marcado por texturas astringentes, fascinantes melodías, y ritmos fuertemente enroscados.
Mientras el grupo se ha sometido a varios cambios desde su formación hace una década, Naima ha mantenido el corazón fundador con Ruiz y Torregrosa, que escriben y arreglan la mayoría del material juntos. Evitando los lugares comunes del trío de jazz de un tema seguido de una serie de solos, se han concentrado en un enfoque de grupo, que a menudo borra distinciones entre solista y acompañante. El reflujo y el flujo de energía y dinámica interior, sutilmente calibrada, a veces recuerdan a The Bad Plus, pero en manos de Naima los resultados alcanzan un terreno emocional muy diferente.
El ingenioso uso de efectos electrónicos y sintetizador añade un elemento deslizante al sonido del trío, que fluye de un ethos colectivo que “es uno de los factores claves de la música de Naima”, dice Ruiz. “Es lo que da al grupo su carácter y también ejerce su influencia mientras escribimos el nuevo material. Las nuevas canciones son menos previsibles y puedes ser más creativo y probar cosas que nos abren nuevos caminos”.
Los orígenes de Naima se remontan a un profético encuentro entre Ruiz y Torregrosa como adolescentes. “Hicimos buenas migas desde el mismo principio porque Luis llevaba una camiseta del Surfer Rosa”, dice Ruiz, refiriéndose al álbum de la banda de alt-rock Pixies. “Pero no fue hasta casi 10 años más tarde cuando chocamos el uno con el otro en un concierto y decidimos arrancar”.
Tenían un sentido claro de la misión musical desde el principio, escribiendo composiciones originales y desarrollando versiones asombrosas de canciones por artistas contemporáneos como el Depeche Mode, Elliott Smith, Pixies y The Smiths. “Estábamos totalmente seguros de lo que hacíamos y donde íbamos”, recuerda Ruiz. “Quisimos establecer una propuesta de jazz con un sonido propio y material de trabajo de música de los últimos 30 años, con la cual crecimos”.
Cuarteto en su primera encarnación con el saxofonista tenor Manolo Valls y el bajista Alex Olías, con debut en 2006, «Uno», que hizo una fuerte impresión en la escena del jazz española. El grupo siguió con otro lanzamiento de cuarteto impresionante, «Buscas?», en 2010 (con Oscar Cuchillo asumiendo el bajo). El grupo debutó sin saxofón durante el 2012 con «A Trio Conspiracy», un álbum que capturó el nuevo y volátil sonido del grupo. Inspirado por otros poderosos triunviratos como The Bad Plus, Brad Mehldau Trio, o E.S.T., Naima también ha absorbido conceptos de grupos más experimentales como Tortoise, Jaga Jazzist, Cinematic Orchestra, o Christian Scott’s Stretch Music.
Desde muchos puntos de vista, el descubrimiento de Rafael Ramos Sania es clave para la evolución del grupo, lo que se captura en «Bye». Con su amplio sonido, su sentido del tiempo elástico y su facilidad con la electrónica, contribuyó enormemente al fascinante sonido de Naima.
“Tuvimos mucha suerte de encontrarle ya que es realmente difícil encajar con un músico que puede caber en un grupo con ideas tan claras de cómo debería sonar”, dice Torregrosa. “Era capaz de adaptarse maravillosamente bien y también contribuir con nuevas ideas. Con él somos ahora una unidad compacta y este disco es la prueba viviente de esto”.
Invitación + consumición: 5€